jueves, 1 de diciembre de 2011

Felipe Segura

Cuando nos referimos al maestro Felipe Segura, estamos hablando de una pieza clave en la historia dancística de nuestro país. Fue uno los pioneros de la danza clásica en México.
Muchos roles asumió Felipe Segura: como investigador, bailarín, director, regisseur, artista y promotor. Sin embargo, nadie como él dio impulso el ballet en tierra azteca. Convencido del valor de este género, se dio a la tarea de dar a conocer el repertorio tradicional del ballet clásico entre varias generaciones de bailarines y al público mexicano.
Por si eso fuera poco, sentó las bases de lo que iba ser la Compañía Nacional de Hanza, que hoy por hoy es la máxima representante del género en México y que él mismo dirigió artísticamente en sus inicios.
Como promotor de la danza clásica, el papel de Segura ha sido único; pocos tuvieron su misma constancia. Logró mantener viva la tradición en México del ballet clásico. Fue siempre un luchador, jamás se rindió ante nada.
A decir de quienes estuvieron alrededor de Segura, él junto con Nellie Happee y Gloria Contreras formaron un trío que consiguió que progresara  la danza en México y que ésta lograra niveles importantes. Gracias a que el Ballet Concierto fue dirigido por el espíritu tan potente que tenía el maestro Felipe Segura, la agrupación logró implantar el modelo de Compañía de danza.
Los conocedores aseguran con justa razón que la figura de Felipe Segura debe honrarse porque es el pilar constructivo de la danza clásica y, por ende, de la Compañía Nacional de Danza. Ha sido la persona más notoria y el gran reconocedor de los talentos que estuvieron y siguen estando alrededor de la danza en México. Por toda su labor, es considerado uno de los gigantes de la danza clásica y neoclásica de México.
Paralelamente a su entrega desmedida por el ballet, el maestro Segura realizó otras actividades. En ingresó en 1983 al Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza (CENIDI-Danza José Limón), donde tuvo una labor de entrega incomparable, porque fue un investigador de gran rigor académico. Como investigador aportó muchas de sus experiencias a través del gran conversador que era.
Segura gozaba de una disciplina ejemplar. No sólo dirigió las Charlas de danza, sino también las transcribió dejando el Archivo de la Palabra, un tesoro de lo que ha sido el quehacer colectivo dentro de la danza, y gracias al homenaje Una vida en la danza hoy contamos con documentación y semblanzas de las personalidades más destacadas en este ámbito artístico.
Fue gracias a este hombre, que durante muchos años se reconoció a los grandes de la danza a través de la medalla "Una vida en la danza" que él promovió y por desgracia desapareció. Sin embargo, se trata de un aporte que sigue vigente en la memoria del gremio dancístico nacional.



1 comentario:

  1. Maravilloso artista y bailarin. Muy triste saber como termino sus ultimos dias. q.e.p.d.

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